CAPITULO 2 1 Por lo cual eres inexcusable, o hombre, cualquiera que juzgas; porque en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas.1 2 Mas sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que hacen tales cosas. 1. Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que juzgas, Esta reprensión se dirige a los hipócritas, quienes deslumbrando los ojos de los hombres con el disfraz de su santidad externa, descansan en seguridad o más bien en presunción delante
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